Los días 1 y 2 de noviembre son días en que los ciudadanos de Cracovia oran y rindan homenaje a los fallecidos. Las familias católicas suelen hacer una peregrinación a los cementerios para visitar a sus familiares. Cuando llega la noche, los cementerios comienzan a brillar con las cálidas luces de miles de velas. El ambiente es evocador y tranquilo. Sin embargo, hay otras costumbres interesantes para los huéspedes de la ciudad. La gente cree que las almas dejan su vida después de la muerte y regresan a sus familias en estos días. Las velas deben mostrarles el camino a nuestro mundo, y las almas que son olvidadas y no ven luz traerá mala suerte. Es por eso que la gente de Cracovia por lo general se preocupa de encender tantas velas como sea posible. Otra tradición se llama la miel turca o Miodek turecki. Este dulce se vende tradicionalmente en Cracovia a las puertas de los cementerios en el Día de Todos los Santos. La miel turca es el peine de miel y la masa, que puede cubrirse con caramelo, cacao o nueces trituradas. En muchas culturas del mundo, la miel es considerada un alimento de los dioses o una sustancia derivada del submundo. ¡Tienes la oportunidad de probar tal delicadeza en Cracovia!