Esquí y snowboard en Mauna Kea, Hawaii 2025
No es una broma. Realmente puedes esquiar y hacer snowboard en Hawái.
Mejor época: Febrero–Marzo
Aunque Hawái es famoso por sus playas tropicales, la cumbre de Mauna Kea ofrece una oportunidad única para esquiar y hacer snowboard. Este volcán inactivo, que se eleva a 13,796 pies (4,205 metros), ocasionalmente se cubre de nieve, permitiendo a los visitantes aventureros experimentar deportes de invierno en un entorno verdaderamente poco convencional. Aunque no hay estaciones de esquí o instalaciones tradicionales, Mauna Kea sigue siendo una opción intrigante para esquiadores y snowboarders expertos que buscan un desafío memorable.
Mejor momento para esquiar en Mauna Kea
El momento ideal para esquiar o hacer snowboard en Mauna Kea generalmente se da entre febrero y marzo, cuando es más probable que la cumbre reciba una cantidad significativa de nieve. Sin embargo, las condiciones climáticas pueden ser muy impredecibles. Los fuertes vientos, las temperaturas fluctuantes y el rápido deshielo significan que las condiciones adecuadas para esquiar pueden durar solo un breve período de tiempo. Para aquellos decididos a enfrentarse a Mauna Kea, el momento es clave: observar los pronósticos del tiempo y estar preparado para hacer un viaje rápido a la cumbre es esencial. Según los expertos en meteorología, la nieve tiende a acumularse después de que pasan grandes frentes de tormenta, lo que hace que los inviernos de La Niña sean particularmente favorables para la acumulación de nieve.
Condiciones de esquí y snowboard
Esquiar y hacer snowboard en Mauna Kea es diferente a cualquier experiencia tradicional en un resort. No hay telesillas, pistas acondicionadas ni instalaciones de resort. En su lugar, los esquiadores y snowboarders deben llevar sus vehículos de tracción en las cuatro ruedas para transportarse hasta la cumbre. Los grupos suelen turnarse para conducir, ya que una persona lleva a los demás desde la base de regreso a la cima después de cada descenso. Este sistema requiere una coordinación cuidadosa y disposición para soportar el entorno accidentado y de gran altitud.
Sin patrulla de esquí oficial, aquellos que intenten el descenso deben ser experimentados, ya que el terreno es duro y las condiciones pueden cambiar rápidamente. La nieve a menudo tiene una textura extraña debido a la intensa luz solar, y algunas pendientes pueden ser empinadas, con transiciones abruptas de nieve a roca volcánica. Debido a la gran altitud, el mal de altura también es un riesgo, por lo que los participantes deben estar en buena condición física.
Senderos y Terreno
Mauna Kea ofrece un vasto terreno para esquiar, aunque es completamente natural y sin acondicionar. El sendero más accesible y comúnmente utilizado es el Poi Bowl, que ofrece un descenso relativamente sencillo. Otras pistas notables incluyen el Prince Kuhio Trail y Pele's Parlor, pero se recomiendan para esquiadores y snowboarders más experimentados debido a sus pendientes más empinadas y desafiantes. Con más de 100 millas cuadradas de terreno esquiable y casi 6561 pies (2,000 m) de desnivel vertical, el área ofrece mucho espacio para la exploración. Sin embargo, la falta de infraestructura significa que cada día en la montaña puede permitir solo unas pocas bajadas.
Costos y Equipos
Dado que no hay complejos turísticos establecidos, no se requieren boletos de elevación ni pases de esquí para esquiar en Mauna Kea. Sin embargo, el costo de alquilar un vehículo de tracción en las cuatro ruedas puede acumularse, especialmente para aquellos que necesitan hacer múltiples viajes hacia arriba y abajo de la montaña. Además, asegurar el alquiler de equipos de esquí puede ser un desafío, por lo que es recomendable traer su propio equipo si es posible para evitar cualquier decepción.
También es importante señalar que Mauna Kea tiene una importancia cultural significativa para los nativos hawaianos. Se pide a los visitantes que respeten la naturaleza sagrada de la montaña y eviten perturbar los observatorios ubicados en la cumbre. Los esquiadores deben ser conscientes de no dejar rastro y no interferir con el trabajo de los astrónomos.