A principios de abril el Tíbet reabrió sus fronteras a los turistas. El hielo y la nieve se derriten y las carreteras bloqueadas están abiertas de nuevo. Este es uno de los mejores meses para visitar el Tíbet, ya que habrá menos multitudes que durante los meses de verano. El clima es agradable, con días soleados y cielos claros, que proporcionan unas vistas perfectas
Sigue siendo la estación seca y con nueve horas de sol, comienza a hacer mucho calor a las elevaciones más bajas, aunque las elevaciones más altas todavía están congeladas. En mayo la mayor parte del territorio del Tíbet es seco, cálido y soleado. Árboles y campos se vuelven verdes y la temporada de floración está en su mejor momento. Es uno de los mejores meses para planificar su viaje, especialmente el trekking de larga distancia.
