Durante el verano, una bandada de camiones de comida se desplaza de ciudad en ciudad para complacer a los lugareños con comida callejera de todo el mundo. La idea del festival Barrio Cantina surgió en 2014 cuando la creciente emoción en torno a la comida callejera y los camiones de comida se volvió difícil de ignorar. Desde su primera edición en Gante (a una hora en coche al noroeste de Bruselas), el festival resultó ser un éxito y demostró que los belgas estaban esperando este tipo de evento.
Aspectos destacados del festival
Más de 50 camiones se detienen en toda la región de Flandes en ciudades como Oostende, Kortrijk, Aalst y Brugge durante varios días. La edición de este año iluminará el parque favorito Koning Albertpark en Brugge los días 7, 8 y 9 de junio. Algunos de los camiones representan restaurantes famosos, mientras que otros solo existen como camiones de comida. Sirven una amplia variedad de alimentos y bebidas de todo el planeta: especialidades belgas como gofres y papas fritas, hamburguesas americanas, comida mexicana, cocina china y tailandesa, platos vegetarianos, jugos frescos, tés caseros, etc.
Actividades
Además de la interminable selección de delicias, los visitantes pueden disfrutar de deliciosos cócteles servidos en bares sobre ruedas y escuchar sesiones de DJ en vivo. También hay un área con parques infantiles y castillos inflables para niños.
Entrada
Los camiones ocupan parques y vastas zonas verdes para que el área no se vuelva demasiado concurrida y los visitantes tengan suficiente espacio para comer y relajarse. No hay boletos de entrada, por lo que los transeúntes pueden pasar libremente unas horas en Barrio Cantina.
Ubicación
Durante casi un siglo, el área del parque Koning Albertpark fue la principal entrada de tren a la ciudad. Después de que la estación se trasladara de la Plaza 't Zand a las afueras de la ciudad, las antiguas vías se transformaron en un parque ondulado, guiando a los visitantes hacia el elegante corazón de Brujas. Flanqueado por características acuáticas en ambos extremos, es un lugar encantador para quedarse. El icónico Concertgebouw Brugge (Sala de Conciertos) al final del parque sirve como un punto de referencia llamativo, señalando sin esfuerzo el camino.
