En este festival la música se toca con cuernos, percusiones, violoncelos, talatutos, arpas y otros instrumentos – todos tallados de bloques de hielo, excepto las cuerdas por supuesto. Es asombroso cómo los músicos de hielo consiguen encontrar la cuerda necesaria en el arpa con un guante o cómo tocan en la trompeta y no se pegan al instrumento helado. El concierto es en realidad una gran improvisación como nunca se puede saber con seguridad qué sonido producirá el instrumento de hielo, porque la calidad de la música de hielo depende en gran medida de la temperatura. El festival se celebra anualmente a finales de enero en la pequeña aldea montañosa de Geilo.