La legendaria Orquesta Filarmónica de Monte-Carlo fue fundada en 1856, y desde entonces su fama y gloria son inmortales. Durante todo el verano, el patio del Palacio del Príncipe se convierte en el lugar principal para una serie de actuaciones al aire libre. Los principales directores de todo el mundo están invitados a colaborar con esta orquesta.

La ubicación en sí merece la pena visitar, ya que el patio real se utiliza principalmente para ocasiones oficiales y rara vez está abierto al público. Estos conciertos de verano pertenecen al tipo de experiencia que no debe perderse.