© Carlos Orias
A diferencia de la mayoría de los países, donde la gente visita a los muertos con profunda tristeza, aquí en Bolivia, todo es diferente. En el Día de los Muertos los cementerios están llenos de gente alegre, que come barbacoa, toca la guitarra, y canta canciones a los muertos justo al lado de las tumbas y criptas en lugar de luto. Traen flores y otros pequeños regalos a sus ancestros y disfrutan de la fiesta. La celebración más espectacular se celebra en el cementerio de La Paz. La celebración comienza el 31 de octubre continúa hasta el 2 de noviembre.