Virgen de la Candelaria 2025 en Bolivia
La celebración consiste en una misa festiva, danzas coloridas y el Camino al Calvario, que otorga la misericordia de la Virgen.
Fechas: 2 de febrero
Cada febrero, viajeros de todo el mundo se reúnen en las brillantes orillas del Lago Titicaca para honrar a la Patrona de Bolivia, la Virgen de Copacabana. El Festival de la Virgen de la Candelaria es tan significativo que se celebra dos veces: el 2 de febrero y el 5 de agosto. Sin embargo, las vibrantes festividades en esta ciudad junto al lago se extienden mucho más allá de estas dos fechas.
Aspectos destacados del festival
El 2 de febrero, el tranquilo pueblo pesquero de Copacabana se transforma en un vibrante centro de música, banquetes, bebida y baile, celebrando una mezcla de creencias andinas tradicionales y tradiciones católicas. Lo que distingue a esta fiesta boliviana son los coloridos trajes y las animadas danzas tradicionales aymaras que se realizan con gran energía a lo largo de las calles de Copacabana. Añadiendo al ambiente festivo están los deliciosos platos tradicionales ofrecidos por acogedores vendedores ambulantes y el abundante flujo de cerveza, garantizado para elevar el espíritu alegre de la celebración.
Orígenes
Nuestra Señora de Copacabana, también conocida como la Virgen Morena del Lago, es profundamente venerada en Bolivia por sus intervenciones milagrosas. Según la leyenda, en 1576, pescadores incas atrapados en una violenta tormenta en el Lago Titicaca rezaron por su liberación. Se dice que la Virgen María apareció y los guió a un lugar seguro. En agradecimiento, los pescadores construyeron un gran santuario para albergar una estatua de la Virgen, esculpida por Tito Yupanqui, quien tuvo su visión de la Virgen ese mismo año.
Según la tradición, la Virgen María se le apareció a Tito Yupanqui en un sueño, inspirándolo a convertirse en escultor a pesar de no tener experiencia previa. Profundamente conmovido por la visión, viajó a Potosí para aprender el oficio, eventualmente tallando a mano la venerada estatua. Yupanqui luego llevó la estatua terminada 400 millas a pie hasta Copacabana, donde la colocó en una capilla. La leyenda dice que las cosechas de aquellos que dudaban del poder de la estatua se arruinaron misteriosamente. Hoy en día, la estatua de cuatro pies se guarda de manera segura dentro de la Basílica de la Virgen de la Candelaria, ya que los creyentes temen que sacarla al exterior podría provocar otra tormenta violenta. Durante los días de fiesta, se exhibe en procesión una réplica ricamente adornada.