
El Golfo de México brilla con oro mientras 10.000 rayas se mueven en sentido relojero en su migración anual desde la Península de Yucatán a las aguas más cálidas de Florida, y medio año después – volver a casa. Esta migración se produce a finales de primavera y finales de otoño.
Los cruceros de temporada prometen un espectáculo de increíble belleza natural. Sin embargo, algunas personas no están satisfechas con simplemente observar, necesitan la emoción y aventurarse a nadar con estas criaturas bonitas pero mortales, a pesar de que una sola picadura puede matarlas. De hecho, se supone que el veneno debe protegerlos de grandes depredadores marinos como tiburones, aunque generalmente, las rayas no atacan primero, a menos que sean perturbados.