La mayoría de las cervezas belgas son elaboradas todo el año sin un plazo específico. Las cervezas de invierno o de Navidad, sin embargo, son la excepción.
Por lo general, las cervezas de invierno se elaboran en agosto y septiembre y maduran durante un par de meses para que estén listas para el consumo al comienzo del invierno. Por regla general, este tipo de cerveza es bastante fuerte (9-11% ABV) y está especiado con ingredientes adicionales como canela, clavos, cáscara de naranja, vainilla, etc.
Cada año se celebra un festival dedicado exclusivamente a la cerveza de invierno y Navidad en Essen, cerca de Amberes, cerca de la frontera holandesa. Durante un fin de semana en diciembre, los amantes de la cerveza se reúnen para degustar casi 200 variaciones de este tipo específico de cerveza. Entre los tipos más interesantes se encuentran las cervezas maduras en madera y el kriek molido, los perfectos calentadores de invierno.
