Cada enero los japoneses buscan bendiciones de la deidad Daikoku para comenzar el Año Nuevo de una buena manera. Incluye un ritual de purificación escalofriante cuando jóvenes y adolescentes derraman cubos de agua helada sobre sí mismos

Kanda Myosin Santuario en Chiyoda, Tokio, es un gran lugar para recibir bendición y rendir homenaje a Daikoku. Los locales se juntan aquí para rezar y tener un poco de buena suerte cuando el mazo de la suerte de Daikokukü es sacudido sobre ellos.

Otra tradición que se puede observar es el hocho-shiki, un hábil corte ceremonial de una gran carpa con cuchillo y palillos por un maestro chef. El truco es hacer el corte sin tocar el pescado. Esta tradición japonesa existe desde el período Heian.