Piel púrpura y carne rosa, tan fácil de reventar incluso con un suave apretón: así se ven los verdaderos higos frescos. Desafortunadamente, la mayoría de nosotros los vemos secos y marrones en los estantes de las tiendas. En Chipre, los higos dulces y jugosos llenan los mercados de agosto a octubre. Se pueden comer en una ensalada, con cereales, con crema batida, por sí solos, o secar de una manera especial. Los locales tienen su propia receta sobre cómo conservar mejor los higos durante mucho tiempo, y es diferente de lo que viene a nuestras tiendas. Necesitas hervir fruta firme durante cinco minutos, luego dejar que se seque al sol sobre un paño y luego volver a hervir con semillas de hinojo. Después, los higos reposarán de nuevo al sol y se almacenarán en un contenedor.
Por cierto, se cree que la planta más antigua de Chipre es una higuera enorme. Crece cerca de Famagusta en el norte de Chipre. Se puede encontrar en frente de la Catedral de San Nicolás, y los botánicos creen que fue plantada cuando esta catedral fue construida en 1220 dC.
